Está situado a la altura de Batán, entre el punto kilométrico 4 y el 5,750 en dirección Extremadura. El 15 de abril comenzarán a aplicar multas a quien la velocidad límite, que será inicialmente de 70 kilómetros por hora.
Desde este viernes y hasta el próximo 15 de abril el radar de tramo funciona en modo de pruebas, lo que significa que durante ese periodo el Ayuntamiento enviará cartas informativas advirtiendo de la sanción a la que se exponen los infractores captados que rebasen inicialmente 70 kilómetros por hora, aunque cuando se complete la transformación de la A-5 en vía urbana, el máximo será de 50 Km/h.
La medida afectará a 125.000 vehículos que pasan cada día por esta carretera y “el objetivo de la instalación de este radar es incrementar la seguridad tanto para peatones como para conductores, y reducir los efectos ocasionados por el ruido del tráfico sobre los edificios cercanos”, han indicado desde el Consistorio de la capital. Según sus datos, en 2018 hubo 333 accidentes y atropellos. De ellos, en 272 hubo víctimas de diversa índole, tres de ellas mortales.
Este nuevo radar está cerca del fijo situado en el kilómetro 4 de la A-5, justo a la salida del túnel de la M-30, que fue el cuarto que más recaudó en 2018 degún un estudio de Automovilistas Europeos Asociados (AEA) y con él se alcanzó una recaudación de 3,4 millones de euros.