Boadilla del Monte recuerda a tres mártires religiosos de la Guerra Civil

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martires religiosos de Boadilla del Monte en la Guerra CivilEl obispo de Getafe, Ginés García Beltrán, presidirá una misa de acción de gracias por el seminarista boadillense Miguel Talavera, el párroco Benjamín Sanz y al capellán Melitón Morán.

Según ha informado la Diócesis de Getafe, la misa de agradecimiento por la finalización de la fase diocesana de la causa de canonización de tres mártires de Boadilla del Monte víctimas de la persecución religiosa en España durante el siglo XX tendrá lugar en la Parroquia San Cristóbal (c/Monjas, 2) el domingo 7 de febrero, a las 19.00 horas.

«La celebración servirá para dar a conocer su vida, su testimonio de fe y su muerte martirial», han indicado.

Miguel Talavera Sevilla era seminarista, natural de Boadilla del Monte, donde había nacido en 1919. Al estallar la guerra se encontraba de vacaciones en la localidad. El 7 de octubre de 1936, fiesta la Virgen del Rosario, se lo llevaron de su casa unos miembros del Comité de Radio Comunista Puerta del Ángel. Con 17 años fue asesinado y nunca apareció su cadáver, han contado desde la Diócesis.

Benjamín Sanz Rodríguez nació en Arenas de san Pedro (Ávila) el 3 de diciembre de 1879. Se ordenó sacerdote allí en 1903. Al año siguiente fue nombrado coadjutor en San Marcos de Madrid y capellán de las Franciscanas Terciarias. En 1911 pasó a regir la parroquia de San Cristóbal de Boadilla del Monte. Fue detenido el 26 de julio de 1936 por algunos milicianos del pueblo y conducido a Madrid, a la checa de la calle Segovia. Fue asesinado y enterrado en el término de Pozuelo de Alarcón.

Por su parte, Melitón Morán Herrero nació en Manceras (Salamanca) el 27 de agosto de 1863. Ejerció su sacerdocio por diferentes pueblos de salmantinos. Ante la presión anticlerical sufrida allí, su primo Juan Francisco Morán Ramos, vicario general de la Diócesis de Madrid-Alcalá, le abre el camino de la capellanía de las Carmelitas Descalzas de Boadilla del Monte, a donde llegó en 1935.

El 20 de julio de 1936 una turba armada le puso las armas en el pecho para que les franquee la entrada del convento. El día 28 lo sacaron de su casa. El día anterior habían matado al párroco, Benjamín Sanz y  Melitón se despidió de su hermana y sobrinos diciéndoles: “No os preocupéis por mi. Voy resuelto y alegre a recibir la palma del martirio.”

El proceso de canonización de estos tres religiosos se inició en marzo de 2017 con la fase de beatificación junto con el de otros 53 mártires de la pasada Guerra Civil, pertenecientes todos ellos a las Diócesis de Madrid y Getafe.

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