El jueves 31 de octubre, víspera del Día de todos los Santos, una alternativa cristiana a Halloween con actividades en algunas parroquias.
La Diócesis de Getafe a la que pertenecen localidades como Boadilla del Monte o Alcorcón, preparan la fiesta de Holywins (traducido como la santidad gana), una celebración llena de vida y de mucha alegría a la que desde el Obispado llaman a participar tanto niños como mayores, en contraposición «la cultura de la muerte importada desde Estados Unidos», según han dicho.
Santidad y vida de los santos «en lugar de los disfraces de monstruos y personajes oscuros, huyendo de la cultura de la muerte importada desde Estados Unidos», han subrayado.
De esta forma, algunas parroquias, aunque no han detallado en cuáles a diferencia del pasado año, organizan eventos conmemorativos de Holywins. Por ejemplo en la catedral Santa María Magdalena de Getafe se adelanta la fiesta al miércoles 30, a las 18.00 horas. El párroco, Enrique Roldán afirma que “tanto niños como mayores están invitados a la fiesta” e invita a disfrazarse de San Jorge, San Ignacio de Loyola, Santa Maravillas de Jesús, Carlo Acutis, P. Faustino, Santa María Magdalena, San Francisco, Madre Teresa entre otros muchos santos que han dejado huella en la humanidad. «Cantaremos al Señor, rezaremos, disfrutaremos de las explicaciones de los niños y terminaremos con una merienda”, añade .
En la de La Inmaculada de Alcorcón Holywins está muy arraigada, ha explicado su párroco Alberto Íñigo: “celebramos el don de la vida en la tierra y en el cielo”. “Estamos llamados a vivir en el cielo, del amor del cielo y del encuentro con Cristo. Es el Señor quien nos ha abierto el cielo. Él se fue para prepararnos un lugar junto a Él”, señala.
Esta alternativa a Halloween comenzó en la Diócesis de París en 2002 y se ha extendido a muchas otras alrededor del mundo. En España una de las primeras que lo impulsó fue la de Alcalá de Henares en 2009, y argumentan que busca animar a romper «el culto a la muerte y la exaltación de lo monstruoso o feo que trae consigo, pues lo propio de los cristianos es celebrar el triunfo de la vida y promover la belleza y el bien».
El objetivo es reforzar la identidad cristiana y recordar la llamada a la santidad que Dios hace a todos los católicos. Además de los disfraces, se organizan diversas actividades con significado catequético, representaciones teatrales sobre vidas de santos, vigilias de oración y adoración eucarística, etc.