
“… A los 27 años, a renunciar a sus funciones eclesiásticas pues «tan altas dignidades le imponen obligaciones que su temperamento le impedía cumplir y su conciencia tampoco le permitía ocultar hipócritamente las faltas que cometiese»…” (según Palacio Infante Don Luis).
Cuando se tienen las ideas claras hay que tomar decisiones. Así hizo en 1746 la madre del infante don Luis, la reina Isabel de Farnesio quien, a la muerte de su esposo, Felipe V, y mientras subía al trono su hijastro Fernando VI, decidió instalarse de manera provisional en el palacio propiedad de los duques de Osuna, sito en la calle Leganitos de Madrid, hoy desaparecido. Mencionados los duques, Doña María Josefa de Pimentel Téllez- Girón y Don Pedro de Alcántara Téllez-Girón, puede decirse que, además de generosos, fueron amantes de las artes y las ciencias, e importantes mecenas que tomaron la decisión de crear una gran biblioteca, de la que se dice fue la mejor dotada de Madrid en su tiempo, por mucho tiempo, y con el tiempo, pues en 1884 el escritor y político Marcelino Menéndez y Pelayo promueve la compra y de la mismo junto con el archivo Osuna, por parte del Estado.
Otra decisión importante fue la tomada por el rey Fernando VI, destituyendo en 1754 al marqués de la Ensenada, Zenón de Somodevilla y Bengoechea, que si bien arrastraba una larga trayectoria política, una intriga palaciega y una maniobra a espaldas del monarca le dejaron fuera por delito de alta traición. De nada le sirvió que un año antes, en 1753, realizara la mayor y más completa relación de los datos de España en su famoso Catastro de Ensenada.
Cabe resaltar, que ese año en Inglaterra, el político y escritor Horace Walpole inventó la palabra serendipity o serendipia, que es el “hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual”, según la RAE. Si bien el término fue cayendo en desuso, lo cierto es que en 2001 el director de cine Peter Chelson realizó la película ‘Serendipity’ protagonizada por John Cusack y Kate Beckinsale, para deleite de cinéfilos. Un encuentro muy acertado.
Por serendipia, en 1753, el ruso Georg Wilhelm Richmann encontró la muerte, de manera accidental, poniendo en práctica lo descubierto por Benjamin Franklin en 1749 sobre la invención del pararrayos. Entre los muchos inventos del genio americano también están las lentes bifocales que seguro muchos llevarán puestas para seguir leyendo lo que aconteció cercano en el tiempo.
Volviendo a la realeza, en esa mitad del siglo XVIII, además de los acontecimientos al principio citados, los que afectan al infante don Luis son: primero, que vuelve la familia a trasladarse al Palacio de La Granja de San Ildefonso; segundo, que el pronto fallecimiento de su cuñada Bárbara de Braganza, dejan al regente Fernando VI tan afectado que solicita de don Luis su acompañamiento al Castillo de Villaviciosa de Odón donde no pudo superar la terrible enfermedad que le asolaba; tercero, con la llegada del nuevo rey Carlos III, vuelve toda la familia a reunirse de nuevo en el Palacio del Buen Retiro.
En esa mitad del siglo XVIII vuelve la familia a trasladarse al Palacio de La Granja de San Ildefonso
Tanto traslado le hizo pensar en un espacio propio donde llevar a cabo sus diferentes aficiones, entre ellas los libros, y aunque la libertad tiene un precio, don Luis se lo podía permitir. Como nos podemos permitir el resto de los mortales la libertad y el lujo de disfrutar de los libros, los próximos días 6 y 7 de mayo, en la fantástica Feria del Libro de Boadilla del Monte que anualmente reúne a autores, libreros, editores y lectores a los pies del Palacio del infante don Luis. Además, este año por serendipia o casualidad, la celebración lectora coincide con el Día de la madre. ¡Felicidades, y allí nos vemos!
Pilar del Campo Puerta
(Documentalista y escritora)