El mes de julio, además de homenajear al emperador romano Julio César, está ligado a la energía del sol y a la numerología con el sagrado y místico número 7. También a las vacaciones y otros sucesos, de los que se seleccionan los siguientes:
El 6 de julio, se conmemora el Día Internacional del beso robado, aunque ya era celebrado desde el siglo XIX, lo que nos traslada a imaginar las emociones y sentimientos que el infante don Luis pudo tener hacia su esposa María Teresa de Vallabriga y Rozas, treinta y dos años más joven que él y elegida entre diversas candidatas. El matrimonio, realizado en 1776, no fue un camino fácil, pero tuvieron cuatro hijos.
Fue también un 6 julio, pero de 1864, cuando se creó la Cruz Roja Española, por R. O. de la reina Isabel II, bajo los auspicios de la Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén, y de acuerdo con la Conferencia Internacional de Ginebra de 1863, adoptando sus primeros Estatutos por la R. O. de 31 de julio de 1868 (en la actualidad sus Estatutos están contemplados en la Orden de 4 de septiembre de 1997).
El 7 de julio, además de San Fermín y su gran fiesta, es el Día Internacional del cóndor, majestuosa ave considerada el “Rey de los Andes”, lo que nos lleva volando hasta la Casa de aves del palacio del infante don Luis, también conocido como Gallinero, que sirvió para alojar y exhibir piezas exóticas de distintas partes del mundo. Dicho habitáculo formaba parte del conjunto arquitectónico del palacio obra de Ventura Rodríguez que, por su singularidad y características, es único en España. Casi en derrumbe con el paso del tiempo, por fin ha sido restaurado.
La Casa de aves sirvió para alojar y exhibir piezas exóticas de distintas partes del mundo.
El 11 de julio de 1766 el infante don Luis pierde a su madre, la reina Isabel de Farnesio, como puede leerse en el Portal de Archivos Españoles (PARES). Casualmente, el 11 de julio también es el nacimiento de Luis de Góngora y Argote, acontecido en 1561, y además, se celebra la festividad de San Benito Abad, nacido en Nursia en el año 480, fundador del monacato occidental, patriarca de los monjes de Occidente y patrono de Europa y autor de la máxima “ora et labora”.
El 21 de julio es el Día mundial del perro, y eso trae al recuerdo la imagen del infante don Luis, muy pequeño, con un perrito simbolizando la lealtad del pueblo en el retrato que le hizo Jean Ranc, hacia 1731. Pero otra parte, el día 27 de julio, se celebra el Día internacional del perro callejero.
El día 23 de julio de 1911, el Papa Pío X emitió de “motu proprio” la reducción de días festivos, pues en el siglo XIX España contaba con noventa y una fiestas de guardar, ya que en las fiestas populares “la Iglesia no sólo conminaba a los cristianos a su observancia, sino que prohibía toda actividad laboral en las fiestas religiosas”.
El día 25 julio, celebraba su cumpleaños el infante don Luis Antonio Jaime de Borbón nacido el día de la festividad del patrón de España, Santiago Apóstol.
El 26 de julio es el Día Internacional de los abuelos, tan importantes en la sociedad actual porque ellos son buena fuente de información de tiempos pasados, buenos consejeros y de esencial ayuda para las familias. Los abuelos del infante don Luis fueron: Luis, Gran Delfín de Francia y María Ana de Baviera por parte de padre, y Odoardo Farnesio, duque de Parma y Dorotea Sofía de Neoburgo, por parte de madre. Un potente árbol genealógico.
Los abuelos, tan importantes en la sociedad actual porque son buena fuente de información de tiempos pasados, buenos consejeros y de esencial ayuda para las familias.
El 30 de julio, es el Día Internacional de la Amistad, por iniciativa de la Asamblea General de Naciones Unidas del año 2011, para unir a personas diferentes, pero con los mismos intereses, lo que nos lleva a pensar, por un lado, en la Asociación de Amigos del Palacio de Boadilla del Monte, y por otro, en el escritor, estudioso, amigo y conocido de muchos en el lugar, Patricio Fernández Sánchez y su libro A la sombra de los hipocondriacos… crónica en sepia sobre el infante don Luis; todo ello para que la figura del ilustre boadillense sea más conocida y perdure en el tiempo.
Teniendo en cuenta que la mayoría de los mortales piensa en las vacaciones de julio y agosto, hay que saber que en España fueron vacaciones pagadas desde los años sesenta del siglo XX, aunque en el siglo XIX, con la revolución industrial, ya se pensara que las clases trabajadoras pudieran tener días de descanso. En el siglo XVIII, solo las grandes y nobles familias eran las que podían permitirse viajes de placer o aventuras y frecuentar las playas y balnearios buscando los efectos positivos de las aguas para su salud. Y en los siglos XVI y XVII, eran los jóvenes estudiantes de familias adineradas los que tenían recompensas viajeras para aumentar su formación.
Los retiros vacacionales reales eran trasladarse de palacio en palacio, pero en el caso del infante don Luis, no fue un retiro vacacional, sino forzoso, al Palacio de la Mosquera, también obra de Ventura Rodríguez, en Arenas de San Pedro (Ávila), una vez que fue alejado de la corte por su matrimonio morganático relacionado con la pragmática de Carlos III sobre matrimonios desiguales, al no ser su esposa de la nobleza, pero eso ya es otra historia.
Finalizado este breve repaso, solo cabe desear a todos unas felices vacaciones.
Documentalista y escritora
