Los ocupantes de la vivienda llevan tres años sin pagar, lo que ha provocado que la deuda ascienda hasta los casi 30.000 euros.
«No hay derecho, estamos en una situación de indefensión absoluta», declara una familiar.
Boadilla del Monte se suma a la lista de municipios en la Comunidad de Madrid que presentan casos de ocupación. En esta ocasión, el afectado es José Luís Sanz, un hombre de 60 años de edad y sin trabajo, cuyos únicos ingresos precedían del alquiler de la vivienda que ahora está ocupada, según denunció en el programa «Hablando claro» de TVE hace unos días.
Los impagos comenzaron en marzo de 2020, con el inicio de la pandemia, una situación ante la que el afectado propuso soluciones, pero que sin embargo no obtuvo respuestas por parte de sus inquilinos, quienes directamente dejaron de pagarle el alquiler. A día de hoy la deuda a causa de tales impagos asciende hasta los casi 30.000€.
Por otro lado, Sanz y su familia denuncian la dejadez de los juzgados (cuya competencia tiene los de Móstoles que se encuentras colapsados), lo que provoca que el juicio «nunca se lleva a cabo». El afectado manifiesta «no se qué hacer, los abogados no reaccionan, los juzgados no reaccionan y yo estoy con una depresión que no puedo». Y es que a causa de este problema, José Luís vive junto a su madre una nonagenaria con una pensión de 1.200 €, quien, junto a sus hermanas, le ayudan a salir adelante.
Alicia, una de ellas, afirma: «Acabaremos contratando unos desocupa», ya que se encuentran ante una «situación de indefensión total, en la que no puedes hacer nada, ni acercarte a la casa».
Este caso se añade a otros muchos en la Comunidad de Madrid, quien en julio del pasado año habilitó un servicio de Ocupación en el 112, el cual ha recibió hasta el anterior mes de octubre más de 780 llamadas relacionadas con este problema, tal y como informó Boadilladigital.
Fue por aquel entonces, también, cuando la localidad aledaña de Villaviciosa de Odón vivió otro caso de este índole. La vivienda, ubicada en la urbanización El Castillo, llevaba en manos ajenas más de cuatro meses hasta que fue recuperada por su dueño, gracias a la presión vecinal y la de una empresa anti-ocupación provocaron esta salida, como contó Villaviciosadigital.