El Ayuntamiento de Madrid los aprobó en Junta de Gobierno en 2016 y fuentes del Consorcio Regional de Transportes de Madrid (CRTM) apuntan a que son competencia municipal.
Pasan los años y miles de vecinos de Boadilla del Monte, Móstoles, Alcorcón, entre otros municipios, tienen a diario problemas de aparcamiento cuando acuden a la capital para trabajar. Cada día laborable se repiten las mismas escenas en el descampado junto a la boca de Metro de Colonia Jardín que está aledaño a un aparcamiento obsoleto y en mal estado; coches subidos a las aceras, coches acoplados en socavones enormes provocados por las lluvias, coches pegados unos junto a otros que provocan maniobras imposibles para poder maniobrar.
Lo mismo sucede en la zona del Metro de Aviación Española, en la que los vecinos padecen debajo de sus casas ese caos de movilidad y ruido todos los días.
Las administraciones madrileñas regional y municipal llevan años anunciando nuevos aparcamientos disuasorios para que los vecinos de localidades cercanas a la capital puedan utilizar el transporte público, pero esas promesas, e incluso acuerdos de Junta de Gobierno, siguen sin plasmarse para el perjuicio de miles de madrileños.
En julio de 2016 el Gobierno del Consistorio de Madrid encabezado por la alcaldesa Manuela Carmena aprobó la construcción de unos junto a la boca de Metro de Colonia Jardín y otro en Aviación Española de la línea 10, que contarían con unas 500 plazas cada uno. Estaban dentro del Programa de Aparcamientos Disuasorios Municipal (PAD) en el que debía haber un total de 12 en diferentes zonas de la capital. El de Colonia Jardín estaba proyectado bajo rasante, mientras que el de Aviación Española iba a ser en superficie. A día de hoy, nada de nada.
A esta dificultad para aparcar se añaden las medidas puestas en marcha por el anterior Ejecutivo para evitar que esos madrileños se adentren con sus coches en la almendra central de la capital en beneficio del medioambiente: Madrid Central, radares, o semáforos. Estos últimos han sido una auténtica barrera debido a los atascos que provocaban, pero finalmente fueron desactivados por los nuevos responsables del Consistorio madrileño (PP-Ciudadanos).
En 2017 el Ejecutivo de Carmena aprobó su Plan de Calidad del Aire que volvía a incluir la construcción del aparcamiento en Colonia Jardín y Aviación Española. Tampoco hay noticias y con el cambio de Gobierno en Madrid, nada se sabe acerca de si PP y Ciudadanos lo mantendrán o no.
Boadilladigital.es está a la espera de la contestación del nuevo equipo de Gobierno del Ayuntamiento de la capital.
Comunidad de Madrid
En cuanto al Gobierno regional, fuentes del CRTM han indicado que esos dos aparcamientos son competencia municipal, de manera que a nivel regional de momento nada pueden hacer.
El pasado mes de diciembre los populares anunciaron el Plan de Aparcamientos Disuasorios de la Comunidad de Madrid, más conocido como APARCA+T. La previsión es que cuente con 91 y 46.000 plazas gratuitas para usuarios del transporte público.
El pasado viernes, anunciaron que Colmenar Viejo será el primero de ellos; contará con 1.470 plazas gracias a la firma del primer convenio del Plan Estratégico que han firmado con el Consistorio colmenareño, algo que tendría que suceder con el de la capital en relación a los de Colonia Jardín o Aviación Española.
Comenzará a funcionar en tres semanas en la estación de Cercanías. Según ha indicado en una nota el Gobierno regional, servirá como «prueba piloto para la implantación del Plan Aparca+T», cuyo objetivo es «fomentar el uso de los aparcamientos disuasorios situados en las proximidades de las estaciones de Cercanías y los intercambiadores de transportes».
El acceso a esos aparcamientos será gratuito con un título de transporte válido, que debe utilizarse el mismo día y por un máximo de 18 horas continuadas. Para ello se va a implantar un sistema de control de acceso y otro de tarifas ligado a dicho uso, que «asegurará la gratuidad a los usuarios de transporte público durante la estancia».
La red Aparca+T «utilizará las últimas tecnologías» para informar a los usuarios del aparcamiento disuasorio más próximo y, en una segunda fase, de su ocupación en tiempo real. Además, prevén que se vayan incorporando, paulatinamente, otros servicios asociados, como la instalación de puntos de recarga eléctrica, reserva de plazas para coches compartidos o sistemas de préstamo de bicicletas.
Después de Colmenar Viejo, la Consejería de Transportes, Movilidad e Infraestructuras «ya está ultimando los convenios» para los dos siguientes aparcamientos disuasorios que se incorporarán a la red Aparca+T y que también servirán como experiencia piloto: en Ciudad Universitaria y en El Casar.
El Plan Estratégico de Aparcamientos de Intercambio Modal se va a desarrollar en tres fases a lo largo de 12 años. La primera concluye en 2021 y, para entonces, se calcula que se dispondrá de 25 aparcamientos y un total de 16.000 plazas.
La estrategia para desarrollarlo contempla ampliar y adecuar los aparcamientos ya existentes mediante la instalación de barreras de paso y delimitando las plazas, así como dotándolos de vigilancia y de una nueva imagen identificativa e integrándolos en la plataforma de gestión, y construir otros en puntos estratégicos de la región ligados a los corredores de entrada y salida de la capital.
La inversión total prevista es de 200 millones de euros.