Viajar con diabetes

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La Fundación para la Diabetes recuerda que quienes la sufren deben mantener los controles habituales de glucosa en sangre y vigilar la alimentación para evitar las bajadas y subidas.

Vivir con diabetes y viajar a donde se quiera debe estar a la orden del día, si bien, antes de emprender el viaje es necesario tener en cuenta algunos temas importantes para evitar las hiper o hipoglucemias en el lugar de destino.  Para el doctor Javier Ortega Ríos, médico de familia y miembro de la redGDPS (Fundación de la Red de Grupos de Estudio de la Diabetes en Atención Primaria. Comprometidos con la diabetes), la persona con diabetes un viaje no tiene por qué suponer un cambio en sus rutinas, es necesario vigilar los niveles de glucosa para mantenerlos estables y, para ello, debe realizarse los controles rutinarios y vigilar la alimentación pues durante los viajes es habitual modificar los hábitos alimentarios del día a día”.

Por su parte, Ana Mateo, gerente de la Fundación para la Diabetes comenta: sabemos que vivir con diabetes en la actualidad significa vivir con normalidad, dentro y fuera de casa, siempre que se siga un control y se respeten las indicaciones de nuestro médico”. 

En este sentido, el doctor Ortega Ríos aporta una serie de consejos. Antes de partir es recomendable visitar y avisar al médico habitual y, de ser posible tener a mano un informe clínico en castellano e inglés o idioma de destino por si, en un momento dado, hubiera que acudir a un especialista durante el viaje, asimismo, la solicitud de prescripción de la medicación también es necesaria. Este especialista también afirma que el seguro asistencial cuando hacemos un viaje fuera de nuestro país es recomendable para todos los viajeros y, sin duda, también para las personas con diabetes”.

Durante la preparación del viaje, conocer el lugar de destino si se viaja fuera del país también es necesario para preparar los ajustes de medicación en caso de ser necesario, fundamentalmente si la persona con diabetes se traslada a destinos lejanos. Además, a la hora de preparar las maletas, es recomendable llevar la medicación en el equipaje de mano y siempre por si acaso.

En cuanto a la conservación y transporte de la insulina, hay que saber que hay que protegerla de temperaturas extremas, no congelarla y mantenerla en lugar fresco y seco, lejos del calor y el sol directo. Puede permanecer en pequeñas neveras y no se debe utilizar si su color o aspecto resultan anormales. Y aquella que se está utilizando siempre se debe mantener a temperatura ambiente.

La alimentación también es uno de los puntos que la persona con diabetes debe tener muy en cuenta. El cambio de las rutinas también conlleva un cambio, por lo que es fundamental controlar los alimentos ricos en hidratos de carbono, aportando aproximadamente la misma cantidad, aunque varíe el tipo de alimento; y al mismo tiempo realizar controles frecuentes de glucemia e hidratarse bien.

Ortega concluye que “si se viaja a lugares muy calurosos se debe beber suficiente líquido y el agua es frecuentemente la mejor bebida ya que no afecta la glucemia. Es recomendable tomar agua envasada y embotellada o, en su defecto, hervirla”. Asimismo, ha apuntado  que “habrá que llevar algún sistema de refrigeración para las insulinas y nunca se deberá caminar descalzo por el peligro de presentar lesiones en los pies”.

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