La historia del teatro es extensa, desde que fue concebido como arte dramático, allá en la antigua Grecia, y a lo largo de todo el mundo y épocas, con sus máximos representantes. En España, es nuestro Siglo de Oro el que nos pone en la cúspide de tan noble arte en cuanto a las obras escritas por maestros como Lope de Vega , Guillén de Castro, Tirso de Molina, Ruiz de Alarcón, Calderón de la Barca, Rojas Zorrilla o Moreto. Y del siglo XVIII Fernández de Moratín o Ramón de la Cruz, entre otros, y representadas primero en los corrales de comedias que luego evolucionaron a los teatros como en la actualidad se conocen.
Fue Felipe V, padre del infante don Luis, quien como apasionado de la representación y la música, mandó construir en 1738 un espacio para poder disfrutar de la ópera italiana, y así surgió el Real Teatro de Caños del Peral, llamado así por estar junto a los lavaderos de la fuente de los Caños del Peral (hoy sus ruinas son visitables pues forman parte del museo del Metro de Madrid). En ese primer “arriba el telón” la ópera representada fue Demetrio, de Johann Adolph Hasse sobre el libreto de Pietro Metastasio.
Años más tarde, en 1818, durante el reinado de Fernando VII, dicho espacio pasó a ser el Teatro Real, situado en la remodelada y semicircular Plaza de Oriente de Madrid, y cuya primera piedra se levantó el 23 abril; coincidencia con fechas relacionadas con William Shakespeare que nació en 1564, Miguel de Cervantes que falleció en 1616, y en la actualidad con el Día internacional del Libro desde 1988 promovido por la UNESCO.
Felipe V, padre del infante don Luis, mandó construir en 1738 un espacio para poder disfrutar de la ópera italiana
No obstante, fueron muchos los espacios donde el teatro de la vida pasó por escenarios y butacas, durante siglos, y ahora es la Fundación Juan March quien ha realizado la delicada tarea de localización cartográfica sobre la ubicación de los teatros históricos madrileños con actividad musical de los siglos XVIII y XIX. Un viaje didáctico mediante la interactividad.
En definitiva, el teatro es una de las más importantes formas lúdicas de espectáculo y comunicación social que ha ido evolucionando a lo largo de los siglos hasta el más actual (incluyendo los musicales), aunque sigue transmitiendo las mismas sensaciones a los espectadores mediante los textos escritos por los dramaturgos y representados por actores y actrices. En este caso, la figura del infante don Luis y su entorno queda más cerca del espectador gracias a las visitas teatralizadas que organiza el ayuntamiento de Boadilla del Monte, con el Palacio y sus jardines como escenario.
Fin de la representación. ¡Se baja el telón!
Documentalista y escritora
