El pasado 9 de junio se celebró el Día Internacional de los Archivos pues ellos son guardianes del pasado y esenciales para los investigadores. Igualmente, la Gazeta de Madrid (hoy Boletín Oficial del Estado), desde 1661, es la principal divulgadora de informaciones oficiales. Gracias a ambos sabemos que:
El infante don Luis fue el apoyo que necesitó el rey Fernando VI para superar la muerte de su esposa, Bárbara de Braganza, que dejaba de existir la madrugada del 27 de agosto de 1758, como recoge la Gaceta de Madrid, número 35, del 29 de agosto: “Anoche fue conducido el Real Cadáver, con la acostumbrada debida pompa, a la Iglesia del Real Convento de Nuestra Señora de la Visitación de esta Corte […] Penetrado el corazón del Rey de la más amarga pena, se retiró, con el Señor Infante D. Luis, su Hermano, y muy poca Comitiva, el mismo día que expiró su esposa muy amada, al Palacio de Villaviciosa, perteneciente al Señor Infante Duque de Parma, su hermano, que dista tres leguas de la Corte, y allí gozan muy buena salud S. M. y su Alteza[…] Ha mandado S. M. observar Luto general, y riguroso, durante seis, meses, desde el día de la muerte de la Reyna”.
Tras el doloroso acontecimiento, el regente enferma de locura y fallece un año después, como recoge la Gaceta de Madrid, número 33, del 14 de agosto: “El viernes diez de este mes, a las cuatro y cuarto de la mañana, tuvieron su indispensable término los males de nuestro amado Rey don Fernando el Sexto, y lograron eterno premio sus notorias virtudes”.
El infante don Luis fue el apoyo que necesitó el rey Fernando VI para superar la muerte de su esposa, Bárbara de Braganza
Dos años más tarde, el 20 de febrero de 1761, el infante don Luis compra a doña Josefa Micaela de Mirabal y Queipo de Llano, III marquesa de Mirabal, IV Condesa de Villafuente Bermeja y Señora de la Villa de Boadilla del Monte, terrenos y palacios de dicho Señorío, para construir un palacio, el que hoy conocemos.
Referente a la citada marquesa, es curiosa la noticia sobre el “Pleito de D. Pablo Carrasco, teniente coronel del Regimiento de Caballería de la costa de Granada, como marido de Dña. María Magdalena de Mirabal, con Dña. Josefa Micaela de Mirabal, hermana de ésta, sobre que Dña. Josefa no use el título del Marquesado de Mirabal, y otras cosas. Año 1771”, manuscrito que se conserva en la Biblioteca Nacional, dentro de las Memorias genealógicas del Inventario general de manuscritos.
Ese mismo año 1761, el 31 de marzo, en Portugal se produjo un fuerte terremoto seguido de tsunami, que dañó especialmente a su capital, como ocurriera unos años antes, en 1755 con el “Gran terremoto de Lisboa” en la festividad de Todos los Santos. La primera noticia que se publica de este suceso es en la Gaceta de Madrid, número 45, del 11 de noviembre de 1755, en los siguientes términos: “De Lisboa se ha tenido noticia por un expresso, de haber causado en aquella Ciudad el más lastimoso estrago el Terremoto, que se sintió, igualmente que aquí, el día primero del corriente; y aunque no vienen especificadas las desgracias, se avisa haber perecido el Excmo. Señor Conde de Perelada [Bernardo Antonio de Boxadors y Sureda de San Martí], Embajador de S. M. en aquella Corte, con algunas personas de su familia, habiéndose librado su hijo único, a quien, para consuelo en tanto desamparo, y por manifestarle la aceptación que merecían los servicios de su difunto Padre, se ha servido S. M. conceder la Llave de su Gentil-Hombre de Cámara, y una pensión de 500 doblones al año”.
El 20 de febrero de 1761, el infante don Luis compra a doña Josefa Micaela de Mirabal y Queipo de Llano terrenos y palacios de la Villa de Boadilla del Monte
El fenómeno se sintió también en España y por tal motivo el rey Fernando VI ordenó a su secretario de Estado, Ricardo Wall, que se dirigiese al gobernador del Consejo de Castilla para que éste, a su vez, intentara recabar, de todas las capitales y pueblos, la información precisa sobre los efectos del seísmo, dando lugar a una abultada e importante documentación.
Dichos documentos se conservan, en el Archivo Histórico Nacional (AHN), en varios legajos de la Sección Estado, aunque la citada documentación ya ha sido estudiada y completamente trascrita por José Manuel Martínez Solares, en su obra publicada en 2001, Los efectos en España del terremoto de Lisboa (1 de noviembre de 1755). De igual modo, la novela que recoge el acontecimiento es Resurrecta, de la autora hispano-húngara Vic Echegoyen y publicada en 2021. Ambas lecturas son muy recomendables, más si se disfrutan en los jardines del Palacio de Boadilla donde los pasados días 6 y 7 de mayo se celebró su famosa Feria del libro.
(Documentalista y escritora)
