Gracias a la Real Academia Española (RAE), contamos con buen léxico. Y gracias a sus actos podemos ver quiénes están detrás de las sillas alfabetizadas, poniendo orden, para evitar errores lingüísticos. Es una pena que el relevo de académicos se produzca al fallecimiento del antecesor; tal es el caso reciente de Javier Cercas, en sucesión de Javier Marías para la letra R.
Por si alguien no lo sabe, las Reales Academias “son instituciones de carácter centenario que constituyen el más alto exponente del conocimiento y participan, de forma particular, en el fomento de la divulgación y de la cultura científica”, siendo la RAE pionera en 1713 por iniciativa del VIII marqués de Villena, quedando bajo real protección del monarca Felipe V en 1714, y aprobando sus estatutos en 1715. Con el lema: ‘Limpia, fija y da esplendor’, su propósito es construir un diccionario completo del español para velar por el idioma tan extendido. Pero, ¿somos conscientes de la labor de los académicos de todas las Reales Academias (Historia, Bellas Artes de San Fernando, Ciencias Exactas Físicas y Naturales, Ciencias Morales y Políticas, Medicina, Jurisprudencia y Legislación, Farmacia, Ingeniería, Ciencias Económicas y Financieras) en favor de la sociedad?
Entre todas las palabras del diccionario RAE, edredón es la elegida para esta curiosidad de invierno. Aunque procede del francés édredon, sus sinónimos son: colcha, cubierta, cobertor, sobrecama o acolchado de toda la vida, y su misión es evitar que el calor se escape.
De edredones sabe mucho Boadilla del Monte gracias a la fábrica Ferdown Textil SL, que en este 2024 se le ha otorgado el Premio Espacio a la Innovación “por su avanzada tecnología en fabricación, desarrollada internamente por su departamento de I+D+i. Su sistema permite un control en tiempo real de pedidos y carga de trabajo, destacando por su eficiencia”. O lo que es lo mismo, sus edredones son abrazo cálido en las noches frías gracias a las plumas de diferentes aves.
Nunca sabrán las aves los diferentes usos que a sus plumas han dado siempre los humanos: desde la tortura emplumando a los reos embadurnados sus cuerpos desnudos con elementos pegajosos (pero ese es otro tema), hasta ser instrumento de escritura donde las más preciadas eran las plumas de ganso, cisne y pavo.
¿somos conscientes de la labor de los académicos de todas las Reales Academias en favor de la sociedad?
Escrita a pluma fue la más célebre obra de la lengua española, Don Quijote de la Mancha, dejando para la posteridad la figura de su autor, Miguel de Cervantes, como símbolo literario nacional. Su retrato preside el salón de actos de la RAE, debajo del cuadro de Felipe V, dando un abrazo tan cálido como el de un edredón, a los académicos vigilantes de las palabras, y al público que desde las butacas rojas aterciopeladas escuchan los discursos; a veces estoy sentada en ellas.
Y ya que hablamos de lecturas, para este tiempo de frío dos son las recomendadas:
La primera es Viaje al centro de la tierra, de Julio Verne donde además de una aventura excepcional, se puede aprender más de las plumas con las que Ferdown Textil SL hace algunos de sus edredones: el plumón de éider, al que Verne cita como éder: “En los primeros días del estío, la hembra del éder construye su nido entre las rocas de la costa. Una vez construido, lo tapiza con el fino plumón que se arranca del vientre” (Capítulo XI, pág. 65 de esta edición de 1868 que puede leerse en línea).
Curiosamente, ni éider, ni éder son palabras que figuren en el Diccionario de la RAE, pero sí en el Dictionnaire de L’Académie Française: éider, y lo define como “pato de gran tamaño, que vive en las costas del norte de Europa y cuyo fino y cálido plumón (duvet) sirve para rellenar los edredones”.
La segunda lectura es Arte de escribir, ortografía de la pluma y honra de los profesores de este magisterio, por Pedro de Madariaga, que muestra una gran lección sobre caligrafía, ortografía y la manera correcta de preparar y colocar la pluma de ave para dar vida a las palabras, (edición de 1777 que puede leerse en línea).
que el frío ambiente mundial se temple con el calor de las palabras transformadas en edredones
Próximas ya las fechas más entrañables del calendario, el Nacimiento de Jesús, que el frío ambiente mundial se temple con el calor de las palabras transformadas en edredones, para que abracen y templen los cuerpos y las emociones de quienes más lo necesitan: las víctimas de las guerras, los damnificados de la Dana y otras catástrofes, las víctimas de violencias y abusos, los enfermos de todas las patologías, los que sufren con corazones rotos, los que están ausentes de ilusiones, los que cargan cada día con una rutina sin horizonte, los que se entregan a los demás a cambio de nada.
Y para que nadie se quede fuera del calor de las palabras, con este texto quiero desear a todos los lectores de Boadilladigital una Feliz Navidad y un venturoso 2025.
(Documentalista y escritora)