PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos presentaron el pasado viernes unos escritos en el registro de la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada, sobre el contrato emergencia del hermano de la presidenta de la Comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso.
Ayuso afirmó que nunca influyó «para la compra de mascarillas a esta empresa» y supe de ese contrato cuando le informó Pablo Casado, «no antes».
Mónica García (Más Madrid), Juan Lobato (PSOE) y Carolina Alonso (Unidas Podemos) piden al la Fiscalía Especial contra la Corrupción y la Criminalidad Organizada que estudie el contrato y compruebe si en él se hubiera incurrido en delitos como cohecho, tráfico de influencias o malversación de fondos públicos. Se trata del que ha desatado el enfrentamiento entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, y los portavoces de los grupos de izquierda se plantean que no sea el único «irregular».
Mónica García afirmó que podría haber irregularidades en otros relativos a los aviones con material sanitario fletados por el Ejecutivo regional o la construcción del Hospital Enfermera Isabel Zendal. Prevé que habrá «imputaciones» y considera que si hay indicios de delito, acaben declarando tanto el hermano de Ayuso (Tomás Díaz Ayuso), la empresa y «los que han hecho la contratación».
Lobato apuntó a la presidenta regional y le ha reprochado «no haber preguntado» a su hermano por la supuesta comisión. Además, recordó que hubo un Pleno monográfico en la Asamblea regional sobre estos contratos y en ella PP y VOX «bloquearon» la creación de una comisión de investigación.
En cuanto a UP alertó igualmente ante la posibilidad de que haya más contratos irregulares, recordaron que han pedido explicaciones al Gobierno regional, pero no les han facilitado toda la información.
Explicaciones
Por su parte, Isabel Díaz Ayuso, explicó el pasado viernes que su hermano cobró 55.000 euros más IVA de la empresa Priviet Sportive no por obtener un contrato con la Administración regional, sino por el cobro de las gestiones realizadas para conseguir el material sanitario, en concreto mascarillas en China, y por su traslado a Madrid.
Asimismo, recalcó que «es una contraprestación por su trabajo, no una comisión por intermediación», en una actividad laboral privada de su hermano. Que nunca influyó «para la compra de mascarillas a esta empresa» y supo de ese contrato cuando le informó Pablo Casado, «no antes».