Las inspecciones se realizarán de forma aleatoria en las piscinas de comunidades de propietarios que tengan más de 30 viviendas.
El Ayuntamiento de Boadilla del Monte, a través de su Concejalía de Sanidad, ha iniciado la campaña de vigilancia y control sanitario de las piscinas de urbanizaciones del municipio. Se trata de una medida de carácter anual que se lleva a cabo con el objetivo de comprobar y garantizar la calidad del agua y el cumplimiento de la legislación sanitaria básica, nacional y autonómica.
Las inspecciones tendrán lugar de forma aleatoria en las piscinas de comunidades de propietarios que tengan más de 30 viviendas y, entre otras cuestiones, se comprobará la presencia de socorrista y de elementos de seguridad, las condiciones higiénico-sanitarias del agua y el sistema de depuración.
En caso de que se detecte algún incumplimiento de la normativa, el técnico municipal levantará el acta correspondiente para que se proceda a la subsanación del problema. Si la deficiencia no es compatible con que la instalación permanezca abierta, esta deberá cerrarse hasta que se corrija el defecto.
Los últimos datos facilitados por el Consistorio boadillense corresponden a 2019, cuando se efectuaron un total de 33 controles, tal y como informó Villaviciosadigital.
En la localidad hay registradas 292 instalaciones de piscinas, de las cuales 280 corresponden a comunidades de propietarios. De ellas, 176 se encuentran en urbanizaciones de más de 30 viviendas y 104 en aquellas de menos de 30. También hay 13 de uso público en centros deportivos, clubes sociales y centros educativos.
