De la mano del bailaor madrileño José Maya, con música en directo, ofrece seis funciones hasta el 14 de enero.
La obra La zapatera prodigiosa de Federico García Lorca, que a través de un personaje real en el que el poeta se inspiró explora temas universales como el amor, la libertad y los roles sociales. El espectáculo podrá disfrutarse además este martes 14 de enero, el 9 de febrero y los días 2, 23 y 30 de marzo.
Con diez artistas sobre el escenario, entre ellos el propio José Maya encarnando a Don Mirlo y Lydia Aranda como la zapatera, y con música en directo de las guitarras de Juan y Antonio Maya, recrea el universo poético y vivo que le insufló Lorca a esta «farsa simple, de puro tono clásico, donde se describe un espíritu de mujer», en palabras del propio poeta.
La historia se centra en el matrimonio entre la zapatera, una mujer joven, apasionada y de carácter fuerte, y su marido, el zapatero, un hombre mayor, tímido y apacible. Desde el inicio, su relación está marcada por las tensiones: ella siente que su vitalidad y espíritu están reprimidos por las convenciones sociales, mientras que él se resiente por las críticas y los rumores de los vecinos.
El conflicto se intensifica cuando el zapatero, cansado de la presión y los reproches, abandona a su esposa. En su ausencia, la zapatera se enfrenta sola a las habladurías del pueblo y lucha por mantener su dignidad. Sin embargo, el amor y la conexión entre ellos persisten y su marido regresa disfrazado como un titiritero para observar y comprender mejor a su mujer. Este reencuentro les empuja a una reconciliación que trasciende las expectativas sociales y reafirma su relación.
La zapatera representa a todas las mujeres del mundo y también al alma humana. Por eso, «la farsa, en el fondo, es un gran drama», explicó Lorca sobre su obra y retrata el prodigio de que en esa época, una mujer decide por sí misma y que no se deja gobernar por las habladurías.
Trayectoria
José Maya Serrano, nació en 1983, lleva el flamenco y el baile en la sangre con antepasados como la histórica bailaora Fernanda Romero y el cantaor Rafael Romero ‘El Gallina’, o el actor y director de teatro Pepe Maya y el pintor Antonio Maya.
Apasionado por la música, la pintura, la escultura, la poesía, el teatro y todo aquello que respire arte, empezó a bailar profesionalmente con nueve años, compartiendo cartel en el teatro Albéniz de Madrid con Antonio Canales, Juan Ramírez y Joaquín Grilo. Con 13 años entró a formar parte de las compañías de ‘El Güito’ y Manolete, con quienes realizó giras por España y Portugal.
En el año 1998 fue reconocido con el Premio Copa Pavón, en el 2000 obtuvo el Premio al Mejor Bailarín en el Certamen de Coreografía del teatro Albéniz de la Comunidad de Madrid y consiguió una beca de la Fundación de Autor en la prestigiosa Cátedra Alicia Alonso de Ballet clásico.
Con posterioridad, estrenó junto a Farruco y Barullo Al Natural, El velero de las rosas junto a Lola Greco, junto a Alfonso Losa en un espectáculo conjunto, Grito y con Farruquito el espectáculo Baila, entre otros.
Ha bailado como telonero en los conciertos de estrellas del pop internacional como Marc Anthony, Beyoncé, Björk o Juan Luis Guerra, y en las giras de Vicente Amigo. Su anterior espectáculo Color sin nombre, inspirado en el legado pictórico de Mark Rothko, también pasó por el teatro Pavón, que cumple 100 años este 2025 y está inmerso en la programación 2024-2024, que comenzó el pasado mes de septiembre.