
¿Qué es el tiempo? Para Platón: «el tiempo es la imagen móvil de la eternidad inmóvil”. Para Aristóteles: “el tiempo es la cantidad de movimiento según el antes y el después”. Para Heidegger: “el tiempo es una sucesión continua de «ahoras»”. Y para una persona centenaria, biblioteca humana llena de filosofía, “el tiempo es una deidad y un satán, uno te concede y otro te arrebata, pero en ambos casos marcan los pasos de la vida”, y lo dijo después de instalarle un marcapasos para que su tiempo se alargara.
Los objetos medidores del tiempo son los relojes. Desde los primeros de sol hasta los inteligentes, ha pasado mucho tiempo, muchas «ahoras», que ahora nos ahogan y diabólicamente nos obligan a priorizar, sin apenas tiempo para pensar. Se trata de diferenciar y controlar los distintos tiempos que están a nuestro alcance: el tiempo biológico, el cronológico y el psicológico. Y en todos los casos las agujas de los relojes siguen marcando las horas hasta hacernos enloquecer y llegar a decir: “no tengo tiempo”. Una letanía entre queja y lamento, sin poner solución.
los relojes ahora nos ahogan y diabólicamente nos obligan a priorizar, sin apenas tiempo para pensar
Son muchísimas las expresiones donde el término “tiempo” toma protagonismo. “Tiempo al tiempo”; “el tiempo pone todo en su sitio”; “el tiempo cura las heridas”; “quisiera detener el tiempo”, sobre todo cuando se está en un buen momento vital, antes de que llegue el envejecimiento físico, pues hay que ser conscientes de que el proceso natural sigue su curso en función de factores biológicos y ambientales. El propio estilo de vida que cada uno lleva determina la objeción: “el paso del tiempo se nota más en unas personas que en otras”, en referencia a las inevitables transformaciones, de cuerpo y mente, que pueden afectar a la calidad de vida. Tampoco olvidemos que el envejecimiento físico, las emociones, las relaciones interpersonales, el crecimiento personal y la sobrecarga de responsabilidades, puede mejorar con la dedicación personal del tiempo suficiente. No hay fórmulas exactas ni universales para llegar a un resultado satisfactorio; es una cuestión individual.
Lo cierto es que “más vale llegar a tiempo”, como le ocurrió al hermanastro del infante don Luis, Luis I de España, que ostentó la corona por breve tiempo, pero tuvo el tiempo suficiente para cumplir su deseo de reinar. Aunque ya sabemos que la relatividad del tiempo depende de varios factores, como explicó en su momento Albert Einstein, y que su relación con la bomba atómica hace que la humanidad penda de El Reloj del Fin del Mundo por el mal uso de la gestión del tiempo.
busquemos en nuestros interiores y circunstancias exteriores el acercamiento a personas, animales, cosas, sueños, metas, la manera de dedicarles tiempo de calidad
Como sea, busquemos en nuestros interiores y circunstancias exteriores el acercamiento a personas, animales, cosas, sueños, metas, la manera de dedicarles tiempo de calidad, para evitar el “no tengo tiempo”, el “me faltó tiempo” o “si el tiempo volviera atrás”.
Para terminar, puesto que el vocablo “tiempo” abarca una extensa cantidad de acepciones, si nos referimos a la “Parte de la secuencia de los sucesos” o la “Época durante la cual vive alguien o sucede algo”, recomiendo la película El tiempo en sus manos (1960) de George Pal, y a la que fue invitado al estreno don Miguel de Unamuno; una adaptación de la novela La máquina del tiempo (1895) de H.G. Wells.
Por cierto, sí, existe la ecuación del tiempo. Su lectura, examen y comprensión pueden acompañar y entretener al mismo tiempo.
Espero que estas palabras escritas en tiempo récord, puedan llegar a tiempo, antes de que concluya el mes con menos tiempo.
(Documentalista y escritora)
El comentario sobre el artículo del tiempo
me ha parecido muy interesante y oportuno.
creo que se trata de un tema que tiene
un gran interés en la actualidad y hace
pensar su contenido..
Gracias Pilar