Las sanciones oscilan entre los 900 euros la primera vez y los 1.750.000 en caso de reincidencia.
Los propietarios deberán prepararlas antes del 15 de junio, cuando comienza la temporada de incendios.
El alcalde de Boadilla del Monte, Javier Úbeda, ha recordado a los propietarios de parcelas que es obligatorio mantenerlas libres de hierbas secas y brozas que puedan aumentar el peligro de incendios. En caso necesario, también desratizadas y desinsectadas. Ha explicado que deben estar “en condiciones de seguridad, salubridad y ornato, además de valladas”.
Desde el Consistorio han indicado que los solares deben estar limpios antes del 15 de junio, cuando empieza la temporada de riesgo alto de incendios forestales. Este periodo se extiende hasta el 30 de septiembre.
La Ordenanza Municipal de Gestión de Residuos y Limpieza de los Espacios Públicos tipifica el no hacerlo como infracción. La primera vez será leve, con una sanción de hasta 900 euros, según la Ley de Residuos y Suelos Contaminados. La segunda, grave (de 901 a 45.000 €); y muy grave en ocasiones sucesivas (entre 45.001 y 1.750.000 €).
Además, si el propietario no cumple con esta obligación, el Ayuntamiento podría realizar de oficio la limpieza del solar y sumar a la sanción el coste de la intervención, han recordado. Los servicios técnicos municipales realizarán inspecciones periódicas.
Actuaciones municipales
Los servicios de mantenimiento de las zonas verdes municipales han iniciado la campaña anual de desbroces, que en 2021 estuvo marcada por la borrasca ‘Filomena’. Esta se realiza tanto en solares vacíos y taludes como en espacios ajardinados rústicos o forestales.
Hasta el momento han trabajado alrededor de caminos, bancos y elementos de mobiliario urbano y zonas caninas. Ahora han empezado a hacerlo en las zonas de praderas naturales, cuando el pasto se comienza a agostar y aumenta el riesgo de arder.
El Consistorio ha indicado que la Concejalía de Medioambiente tiene en cuenta los ciclos biológicos de las especies silvestres, y trata de “retrasar lo máximo posible las actuaciones de siega para respetar la floración primaveral” y sus beneficios.
Asimismo, han añadido que “las buenas prácticas de jardinería son fundamentales para conservar y mejorar la biodiversidad”. Han explicado que las praderas naturales albergan una gran variedad de especies, como margaritas, amapolas, dientes de león, lobularias o azulejos. Estas contribuyen a la ornamentación y proporcionan cobijo y alimento a gran cantidad de especies de fauna, como polinizadores, aves y otros insectos. Estos “son aliados naturales para combatir numerosas plagas del medio urbano”.