Reciclaron 615 toneladas de envases en 2016, lo que evitó la emisión de 413 toneladas de CO2 a la atmósfera en la localidad, según datos del Consistorio.
En 2015 fueron 544 toneladas, y en 2013 casi 519.
Según los últimos datos disponibles de 2016, los vecinos de Boadilla separaron un total de 615 toneladas de envases de vidrio, lo que supone que cada habitante recicló una media de 12,72 kilogramos de vidrio y 18,35 kg. de envases.
Actualmente, el municipio dispone de un total de 198 iglús para facilitar la labor del reciclaje de vidrio, esto es, un contenedor por cada 251 habitantes.
La trayectoria de reciclaje de vidrio es ascendente, tal y como reflejan las cifras. En 2015 se reciclaron 544 toneladas, para una media de 11,16 kg por habitante. En cuanto a contenedores, hace dos años había 168, para una media de 290 habitantes por cada uno.
Si las comparamos con 2013, sucede lo mismo. Ese año se reciclaron 518.971 kg. envases de vidrio, lo que supone que cada boadillense recicló una media de 11 kg de vidrio. También se han incrementado los iglús, ya que en aquel año había 103.
Con el objetivo de seguir concienciando a los vecinos sobre la necesidad de reciclar, el Ayuntamiento de Boadilla y Ecovidrio, la entidad sin ánimo de lucro que gestiona el reciclaje de vidrio en España, han puesto en marcha una campaña en cincuenta mupis (mueble urbano para la presentación de información) distribuidos por el municipio donde se destaca el beneficio que esta práctica produce sobre el medio ambiente.
Todo el vidrio que se deposita en el contenedor verde se recicla íntegramente; se lleva a una planta de tratamiento exclusiva para ese material, donde se procesa y se convierte en polvo que sirve para fabricar nuevos envases. De hecho, de uno reciclado se puede volver a hacer otro exactamente igual. El vidrio se puede reciclar infinitas veces sin que pierda sus propiedades.
Con el reciclaje se ahorran recursos naturales, se reducen la cantidad de desechos que va a los vertederos y las emisiones de CO2 a la atmósfera y se ahorra energía. Un ejemplo: por cada seis latas o botellas de plástico que se reciclan, se contrarresta la contaminación de diez minutos del tubo de escape de un vehículo.