El objetivo es que sepan cuándo deben ventilar las aulas.
Los 11 centros educativos públicos de la localidad, que incluyen tres escuelas infantiles, cinco de educación Infantil y Primaria, un CEIPSO y dos institutos, recibieron este jueves los medidores de CO2 adquiridos por parte del Ayuntamiento boadillense.
La medición se realiza con el fin de poder determinar en qué momento la calidad del aire aconseja la ventilación de las aulas para renovarlo y evitar en lo posible la propagación del COVID-19.
Esta medida es complementaria al uso de la mascarilla, según han recordado desde el Consistorio, que ha adquirido en total 50 de estos aparatos que se han entregado también en los edificios municipales.
Según la Comunidad de Madrid, no es necesario instalar un medidor en cada aula, ya que se pueden utilizar las denominadas aulas testigo, que permiten definir el comportamiento de la concentración para clases similares en superficie y ocupación. Recomienda la ventilación natural cruzada en los espacios cerrados; en la inmensa mayoría de las dependencias y aulas donde se desarrollan actividades docentes es posible generarla , ya que disponen de ventanas o puertas exteriores. En el caso de registrarse temperaturas invernales extremas, es mejor realizar un mayor número de ventilaciones más cortas en lugar de tener las ventanas parcialmente abiertas.