El obispo de la Diócesis de Getafe, Ginés García Beltrán, presidirá una eucaristía el sábado 21 de marzo, a las 19.00 horas.
Desde la Diócesis de Getafe a la que pertenece Boadilla del Monte han anunciado la inauguración del Año Jubilar en las Madres Carmelitas del Convento de la Encarnación y San José con motivo del 350 aniversario de su fundación. «Comienza un periodo de gracia en el que se podrá lucrar la indulgencia plenaria, cuando se cumplan los requisitos demandados para ello –confesión sacramental, comunión eucarística y rezar por las intenciones del santo Padre- y se realice una peregrinación piadosa y allí se participe, individual o comunitariamente, en algún acto piadoso en los lugares determinados».
Entre esos lugares señalan visitar la iglesia de las MM. Carmelitas Descalzas en forma de peregrinación y estar frente a la imagen de Nuestra Señora y de San José, expuesta a la pública veneración, «al menos por un prudente espacio de tiempo de meditación, concluyendo con la oración dominical y el símbolo de la fe».
Además, al participar en los actos que, con motivo del Año de Gracia, tales como procesiones, triduos, novenas y peregrinaciones. Asistir en la parroquia San Cristóbal, en el día de la fiesta del titular, el 10 de julio y el día 2 de agosto en que coincide la indulgencia de la «Porciúncula» (Enchiridion Indulgentiarum, n. 65). Y a los fieles que asistan en el solemne rito eucarístico con que comiencen y terminen los actos del Año de Gracia (Enchiridion Indulgentiarum, n. 23).
Convento
La fundación de este Monasterio de la Encarnación y San José data del siglo XVII. En un principio se llamó solo de la Encarnación, pero en 1975 las religiosas hicieron las gestiones oportunas para que el titular fuese ‘La Encarnación y san José’ por la «valiosísima» protección que el Santo Patriarca concedió durante la construcción del actual edificio en el que vive ahora la comunidad.
Juan González de Uzqueta y Valdés, pariente lejano de Santa Teresa, caballero de la Orden de Santiago y su esposa María de Vera Gasca y Varco, fueron los Fundadores de este Monasterio.
La iglesia, como todo el edificio, es de «gran sencillez» de líneas, de ladrillo. En la fachada principal están los escudos de los fundadores y sobre la gran puerta del templo una hornacina.
Las religiosas fundadoras llegaron desde Alcalá de Henares y en la actualidad, además de a la oración, se dedican a la plastificación de escapularios, detentes, evangelios para bebés, cuadritos, redondeles para colgar en el coche y otras labores.