La exclusión social afecta a un millón de personas, el 16,2 por ciento de la población. La vivienda es la principal causa según Cáritas.
Los datos presentados este martes por Cáritas en su informe FOESSA son claros y reflejan la situación de crisis por la que pasa un millón de madrileños. De ellos, 490.000 parecen exclusión severa; no tienen oportunidad de construir un proyecto vital mínimamente estructurado y la vivienda o la inestabilidad entorno a ella es la principal causa, a la que se suman el desempleo y la precariedad laboral extrema.
De los casi medio millón de personas anteriormente mencionados, 269.000 personas sufre una exclusión social extrema y su principal urgencia es sobrevivir en el día a día. A ellas apenas llega ningún mecanismo de protección.
Asimismo, dentro de la población en situación de integración social, destacan un grupo de 900.000 personas que se encuentran en una situación muy precaria a los que se les denomina como la sociedad insegura.
Estas cifras indican que en nuestra región la desigualdad entre el 20% más rico y el 20% más pobre es la más alta de España. Aunque en función del conjunto de la población la tasa sería la comunidad ocuparía la tercera posición tras Andalucía y Baleares. Según el informe, la renta de la población madrileña ha aumentado un 2 por ciento en los últimos 10 años, pero en los más pobres ha bajado un 30%.
Causas de exclusión
Vivienda, empleo y la salud son en ese orden las principales causas de exclusión social. En relación a la primera de ellas 167.000 hogares con situaciones de hacinamiento; 43.000 en un entorno muy degradado y/o en barrio conflictivo; 315.000 hogares se quedan por debajo del umbral de la pobreza severa una vez pagados los gastos de la vivienda o tienen deudas relacionadas con el pago de la vivienda y los suministros; mientras que 89.000 hogares se encuentran en situación de vivienda insegura (sin contrato de arrendamiento, bajo la amenaza de la violencia, con notificación de desahucio). Además, 219.000 están en situación de vivienda inadecuada (que no reúnen las condiciones adecuadas de habitabilidad, hacinamiento, sin acceso a suministros) y 6.300 de ellos padecen a la vez ambas situaciones de vivienda insegura e inadecuada.
En cuanto al empleo, la falta del mismo o la precariedad y la temporalidad generan trabajadores «pobres y excluidos» y limitan la integración de varios colectivos. Y es que el informe apunta a que la tasa de personas trabajadoras pobres en la Comunidad de Madrid es del 12,3 %. De las que tienen un empleo de exclusión, 134.000 son sustentadoras principales.
Atendiendo a la salud, la mitad de la población madrileña en exclusión social se encuentra afectada por alguno de los indicadores. Los que padecen exclusión severa han aumentado un 14 % sus problemas. En muchos de esos casos en esos hogares tienen personas con alguna discapacidad y/o con dependencia, concretamente hasta un 34,7% en el primero de los casos y hasta un 51,5 en casas con dependientes.
Perfiles de exclusión
En los hogares en exclusión, tres de cada cuatro sustentadores principales son de nacionalidad española. De ellos, uno de cada dos trabaja y estaría entre los 45 y 64 años. En seis de cada diez hogares no habría menores y estarían compuestos por entre dos y cuatro personas. Además, la exclusión se concentra en las ciudades de más de 100.000 habitantes.
El estudio ha sido elaborado por un equipo de investigación formado por 125 investigadores de 30 universidades y 13 organizaciones de acción e investigación y las encuestas han sido realizadas por un equipo profesional de más de 350 personas.