La estancia se incorporará a las sesiones guiadas a partir de este fin de semana.
Esta semana podrán volver a visitarse las dependencias del Palacio de Boadilla del Monte correspondientes a la cocina, las cuales fueron clausuradas durante meses con motivo de su restauración. Los interesados pueden obtener ya sus entradas a través de la web del Palacio, recordando que las sesiones de jueves y viernes están reservadas a grupos y, por lo tanto, no se admiten visitas particulares en esos días.
Los horarios disponibles son a las 11.00 y a las 12.30 horas y el precio de la entrada general para los no empadronados en la localidad y los que no formen parte de los colectivos con carácter de gratuidad es de 5 euros.
La sala recién inaugurada se unirá al resto de zonas del interior del Palacio que se pueden visitar, como el hall, la capilla, la sacristía, la sala de música, y los jardines y huertas.
La restauración de las cocinas del Palacio Infante Don Luis fue llevada a cabo durante los últimos meses de 2022 y se ha realizado en colaboración con la Dirección General de Patrimonio Histórico y Cultural de la Comunidad de Madrid. Las dependencias se sitúan en el extremo noroeste del cuerpo principal, ocupando una sala de doble altura provista de una bóveda que cubre todo el espacio. Se encuentra a nivel del jardín y tiene cuatro ventanales en la fachada de este lado.
Los azulejos
Durante el proceso de restauración se investigó y documentó el friso de azulejos que recorre la mayor parte de las paredes de este espacio. Estos están decorados con la técnica de cuerda seca, conocida desde el siglo X y que consiste en que previamente a la cocción se delinea con óxido de manganeso y materia grasa un dibujo geométrico o figurativo, generando diseños cerrados que posteriormente se rellenan mediante la aplicación de diferentes colores que no se expanden más allá de las líneas previamente trazadas.
La parte trasera de estos azulejos presenta una inscripción en relieve que ilustró a los restauradores sobre su origen y cronología: ‘Ramos Rejano. Sevilla. España’ y en el centro de la pieza las letras MR coronadas por una cruz. Manuel Ramos Rejano (1851-1922) compró en 1876 junto a su hermano el Bazar Sevillano, donde inicialmente se vendían juguetes, bisutería fina y más tarde cerámica, tras relacionarse con importantes ceramistas y pintores sevillanos.
Los 52 azulejos de la cocina del Palacio de Boadilla del Monte se corresponden al período comprendido entre 1913, en que se inició la producción temática de escenas de ‘El Quijote’, y 1922 en que falleció Manuel Ramos Rejano y la fábrica pasó a tener otra denominación.
En línea con esto y según indican desde la web oficial del Palacio, estos azulejos debieron colocarse en alguna reforma de este espacio acometida en un momento entre esos dos años y responde a la expansión del modelo regionalista historicista andaluz.
Hay que recordar que esta restauración se suma a otros proyectos realizados en el Palacio, como la instalación de un nuevo solado de piedra caliza en las habitaciones anejas a la capilla el pasado 2021, tal y como contó Boadilladigital en esta noticia.