
Estos pacientes presentan desnutrición en un 20-40 por ciento en el momento del diagnóstico, y hasta un 70-80% en fases avanzadas de la enfermedad.
De acuerdo con la literatura científica, la prevalencia global de la desnutrición en pacientes
oncológicos oscila entre el 20 y el 40% en el momento del diagnóstico y entre un 70% y un
80% en las fases más avanzadas de la enfermedad. Además, según algunos estudios, estas
cifras se pueden asociar con el fallecimiento de los pacientes en hasta un 20% de los casos.
En ese contexto, el Hospital Puerta de Hierro Majadahonda organizó hace unos días unas mesas redondas compuestas por distintos perfiles profesionales. El centro hospitalario de referencia de Boadilla del Monte, trató el papel de la nutrición en los enfermos onco-geriátricos, y el manejo de su alimentación durante todo el tratamiento, tanto durante el ingreso como después tras el alta hospitalaria.
El Puerta de Hierro de Majadahonda utiliza en la actualidad una herramienta universal de cribado de la malnutrición, MUST, que permite detectar qué pacientes pueden estar en riego de padecerla. Mediante interconsulta al Servicio de Endocrinología y Nutrición o al Servicio de Geriatría, son derivados para su valoración global y la puesta en marcha de una intervención mucho más específica, completa y ajustada a cada individuo según la edad y tipo de paciente.
En base a los factores que puedan estar causando la malnutrición y a su capacidad
deglutoria, se elabora entonces una dieta lo más ajustada en cada caso. Se intentan evitar las dietas restrictivas en la medida de lo posible y se promueve la variedad con un menú basal de libre elección, de rotación quincenal, que consta de siete primeros platos, siete segundos platos y siete postres a elegir.
Con esto, el hospital busca potenciar y fomentar que el paciente pueda escoger los alimentos y elaboraciones que más le gusten, motivando así su ingesta y evitando al mismo tiempo la pérdida de peso y, con ello, una posible desnutrición.