
Cantar es una de las sensaciones más maravillosas y placenteras del ser humano. El canto nace con la voz, uno de los elementos que mejor conecta con el propio interior, ya que el sonido se produce de tal manera que todo el cuerpo vibra y resuena al mismo tiempo.
A su vez, la unión de varias voces con distintas tesituras y timbres, dispuestas para el canto forman un coro, que puede ser de voces iguales -hombres o mujeres- o, más habitual, con sopranos y contraltos entre las voces femeninas; tenores, barítonos y bajos para las voces masculinas. Todo ello con dos grandes soportes: la dirección y la partitura.
Para saber más de canto acudimos a la documentación como sistema de comunicación humana, y por eso son muy valiosas las palabras de quien durante años llevó la batuta como director del coro Audite de Madrid, como profesor de coro y orquesta del Conservatorio Teresa Berganza, como profesor y director asistente del coro de niños de la Comunidad de Madrid, como director del coro de mayores de Boadilla y director del coro de voces blancas del CEIPSO Príncipe Felipe también de Boadilla del Monte, Pablo A. del Campo:
“Además del amor por la música, formar parte de un coro es compartir una filosofía de vida donde debe imperar el compañerismo y el sentimiento del grupo encaminado a conseguir unos objetivos musicales, ante todo; así como fortalecer los lazos de unión en las relaciones personales ya que en la mayoría de los coros las personas que lo forman son amateur sin ninguna vinculación profesional con la música”.
“En un coro cada cantor debe aportar lo mejor de sí, tanto en las voces de conjunto como las solistas. Es tarea del grupo llegar a mantener un equilibrio entre sus componentes para que todos puedan sentirse igual de importantes y necesarios a la hora de cumplir y lograr los objetivos de obtener una buena interpretación musical”.
formar parte de un coro es compartir una filosofía de vida donde debe imperar el compañerismo y el sentimiento del grupo
“Son tareas del director: seleccionar repertorio de canciones, adecuarlas al coro, convocar ensayos para conseguir la afinación adecuada, medir el ritmo y la velocidad de la interpretación para que todas las voces estén coordinadas, mentalizar y asesorar a los cantores que no tienen tantas cualidades vocales para que consideren su aportación fundamental para el conjunto, evitando también que los que intervienen como solistas se engrandezcan logrando con ello los mejores resultados”.
“Para poder formar parte de un coro lo importante es tener buen oído además de una voz con posibilidades de alcanzar un buen registro, aunque llegado el caso la voz siempre puede mejorar con un trabajo de técnica vocal de la que el director y los profesores de canto se hacen cargo, por eso es tan importante el trabajo en los ensayos antes de llegar a la actuación en público”.
“Como es inevitable el envejecimiento de la voz debe tenerse en cuenta al formar un coro de mayores, y para que esto no suponga ningún problema, el repertorio quedará ajustado a las posibilidades y la capacidad física de sus cantores adaptando en las partituras: los tonos y ritmos”.
Y ahora, ¿cuánto sabes de cantorales?
Acudimos a la documentación histórica y bibliográfica para señalar que los cantorales, también llamados libros de coro o libros corales, fueron muy importantes para el canto litúrgico y forman parte del patrimonio musical. Comenzó su utilización en el siglo XIV llegando a su máximo esplendor durante los siglos XV y XVI. Son libros de gran belleza, excelente calidad de materiales, perfecta caligrafía, magnífica decoración y gran tamaño. Se situaban sobre un gran atril llamado facistol para que todos los integrantes del coro pudieran leerlos a cierta distancia.
los cantorales comenzaron a usarse en el siglo XIV
A partir del siglo XVII su fabricación y calidad fue menor debido al gran coste y trabajo que suponía su realización. Considerados verdaderas joyas documentales, la mayoría manuscritos en pergamino, muchos están conservados en catedrales, colegiatas, monasterios, conventos y, en nuestro caso, en la Biblioteca Nacional de España (BNE), pero otros han corrido inferior suerte y han sido mutilados, fragmentados, reutilizadas sus hojas iluminadas y coloridas como cubierta para legajos u otros usos decorativos; y en el peor de los escenarios, han sido destruidos.
Para poder contemplar más de cerca algunos cantorales se propone consultar la Biblioteca Digital Hispánica donde se exhiben digitalizados unos cuarenta documentos, siendo el más antiguo Psalterium romanum, un salterio manuscrito y datado en el siglo XIII. Y para estas fechas de diciembre citaremos Antifonario para el tiempo de Navidad, datado en 1501, con antífonas y responsorios para el tiempo de Navidad, desde la fiesta del santísimo nombre de Jesús hasta el domingo VI después de Epifanía.
¡Felices fiestas!
(Documentalista y escritora)
Me parece interesantisimo. Además yo he sido una de las afortunadas que disfruto cantando con Pablo en el coro Cum Gauden de la asociación de mayores de Boadilla
Gracias Mercedes.