Ayuntamiento de Boadilla del Monte y la Comunidad Judía de Madrid han realizado un acto en recuerdo de las víctimas.
Con motivo del Día de la Memoria del Holocausto, fijado por Naciones Unidas el 27 de enero, fecha en la que se liberó el campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, el municipio boadillense ha realizado un año más un homenaje a las víctimas.
Al acto han asistido el alcalde de la localidad, Javier Úbeda, la consejera de Cultura de la Embajada de Israel, Sapir Efron, miembros de la Corporación municipal, representantes de la Comunidad Judía de Madrid y un integrante de la familia de Ángel Sanz-Briz, reconocido como Justo entre las Naciones. También han asistido profesores y alumnos del Trinity College.
Se han encendido seis velas, cada una de ellas con un significado: en memoria de los seis millones de judíos asesinados en guetos, persecuciones y campos de concentración; del millón y medio de niños judíos asesinados por los nazis; en honor y en memoria de los miembros de las diferentes minorías que padecieron la barbarie como gitanos, personas con discapacidad, homosexuales, testigos de Jehová, republicanos españoles y otros colectivos; en nombre de toda forma de resistencia y en honor a los Justos entre las Naciones, y aquellos a quienes a riesgo de sus vidas salvaron a miles de perseguidos; en honor a los supervivientes que rehicieron sus vidas en Israel y en la diáspora y de la preservación de la memoria de las víctimas del Holocausto y de los Justos entre las Naciones; por la ineludible responsabilidad de luchar contra el negacionismo, rechazar el odio, combatir la indiferencia y elevar los principios de la convivencia y de la vida misma.
A continuación se ha escuchado el testimonio de Pedro René Pérez, superviviente del Holocausto. El acto ha finalizado con la intervención del regidor, que ha señalado la importancia de recordar la barbarie que el régimen nazi cometió sobre el pueblo judío y otras minorías y dignificar a las víctimas manteniendo viva su memoria. “Las instituciones públicas debemos asumir la responsabilidad de reafirmar nuestro compromiso con la defensa de la vida, la paz, el respeto y la libertad. Y lo hacemos de la mano de los más jóvenes, pues, junto a ellos, debemos ser guardianes vigilantes contra el resurgimiento de totalitarismos e ideologías excluyentes, que amenazan con socavar los valores fundamentales que sustentan una sociedad justa y libre”.