El objetivo es reforzar la seguridad de más de 20.000 estudiantes en sus desplazamientos entre el domicilio y el centro educativo.
La Comunidad de Madrid inspeccionará a lo largo del presente curso académico más de 1.000 vehículos de transporte escolar, según ha detallado este lunes el Gobierno regional. Forman parte de la flota de 3.000 autobuses habilitados que realizan 639 rutas en 230 centros educativos.
Se trata de un incremento de inspecciones respecto a los 629 del pasado curso (la previsión era 800), realizadas por parte los equipos de inspección autonómicos, así como de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, en un total de 50 controles.
Este curso escolar y dentro del Plan de Inspección del Transporte por Carretera 2024, han puesto en marcha la campaña ‘Llévame al Cole en Bus’, cuya finalidad es promocionar el uso de este modo de desplazamiento por las ventajas de puntualidad, autonomía, socialización, responsabilidad y orden que aporta a los niños y jóvenes, además de generar menos contaminación al reducir el uso de coches particulares.
Además, este octubre es el nuevo protocolo sobre tramitación de autorizaciones y transporte regular de uso especial en el entorno urbano para municipios. “Esta medida nace con el fin de mejorar la coordinación entre administraciones y agilizar los procedimientos para otorgar permisos a las personas interesadas”, ha asegurado hoy el consejero de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, Jorge Rodrigo.
Hay que recordar que los vehículos que prestan servicio escolar deben tener una autorización específica que es expedida por la Dirección General de Transportes y Movilidad de la Comunidad de Madrid al inicio de cada curso, en el que quedan establecidas los itinerarios y las paradas, a lo que se suma la obligación de contar con la habilitación técnica para realizar esta prestación según la normativa vigente, y la presencia de al menos un acompañante encargado del cuidado de los niños durante el traslado.
